Black Sabbath

El hecho de que el 7 de octubre sea considerado el peor día de la historia moderna de Israel —pero no de toda su historia— debería explicar mucho de lo que estamos afrontando en Israel.

Durante los últimos 40 años, el Informe Maoz Israel se ha impreso a mediados de mes para que llegue a los hogares a principios de mes. Pero estoy aquí, a mediados de mes, una semana después del inicio de esta guerra, y sigo sin palabras.

No soy ajeno a la guerra. Esta es mi cuarta guerra en Israel, sin contar las operaciones militares que ocurren cada uno o dos años. Crecí con anuncios de televisión que me enseñaban a no acercarme nunca a un objeto sospechoso, como una bolsa abandonada, porque podría ser una bomba. Las sirenas de código rojo que indican cohetes desde Gaza, Líbano o Irak son algo natural para mí.

Esta vez fue diferente. Esta vez dolió profundamente. Mi gente no solo fue asesinada. Ni siquiera simplemente asesinada. Fue masacrada. Fue torturada, amontonada y quemada viva. Y si tuvieron muy mala suerte, sobrevivieron y estuvieron entre los más de 200 secuestrados en Gaza.

No he hablado con ningún israelí, judío o árabe, que no conozca a alguien con una historia de terror sobre esta guerra. Y esto apenas comienza.

Pensé mucho en cómo transmitir esta experiencia con palabras, sin transmitir el trauma que está sufriendo todo mi país. Y no sé cómo. Así que, con mucho esfuerzo, hemos revisado innumerables fotos, ahorrándoles lo peor y deseando poder mostrarles más.

Si una imagen vale más que mil palabras... las imágenes filmadas y fotografiadas en Israel desde el sábado 7 son un millón de gritos de una nación que pide que se le permita defenderse, de aldeas israelíes que ya no existen, de familias que fueron completamente exterminadas... y de una lección de historia que el mundo se convenció de haber aprendido.

Voluntarios civiles entrenados de “Zaka” recogen los cuerpos de familias israelíes asesinadas entre los escombros de sus casas bombardeadas e incendiadas.

LUTO DOS VECES

La cantante israelí Shay-Li y su bebé de un mes sobrevivieron 27 horas de horror. Lloró dos veces. Primero, la pérdida de su esposo, quien luchó para ganar tiempo y escapar. Y segundo, cuando le notificaron que el esperma extraído no le daría los tres hijos que soñaban tener porque el cuerpo de su esposo permaneció demasiado tiempo al sol.

LA AGONÍA DE UN PADRE

Un padre se entera de que su hija de 8 años, que había pasado la noche en casa de un amigo en el sur de Israel, está entre los muertos. "¡Sí!", respondió con una sonrisa y un grito de alegría lleno de angustia. "Temía lo que le sucedería si la llevaban a Gaza. La muerte fue una bendición".

VUELOS LLENOS DE AVIONES DE COMBATE QUE REGRESAN

Un vuelo de El Al desde Bangkok no tenía suficientes asientos para todos los israelíes que regresaban a combatir en la guerra. Después de que todos se sentaron, los auxiliares de vuelo llenaron cada centímetro cuadrado del espacio con más gente. Yosi Taguri, quien publicó esta foto en X (Twitter), comentó: «Mientras que algunos países tienen problemas y establecen normas para impedir que los hombres salgan en tiempos de guerra, en Israel tenemos dificultades para que todos entren con la suficiente rapidez».

LISTO PARA EL COMBATE

El Jefe de las FDI habla con una unidad de la Fuerza Aérea antes de una misión. «Todos estamos furiosos, pero no debemos luchar por nuestra rabia. Lucharemos como leones, pero no debemos convertirnos en animales como ellos; debemos seguir siendo humanos».

JUNTOS HASTA EL FINAL

Los cinco miembros de la familia Kutz fueron inicialmente incluidos entre los desaparecidos hasta que finalmente fueron descubiertos asesinados en su casa, acurrucados en una cama, todavía abrazados.

EL FRENTE NORTE

Metula, una ciudad que se encuentra directamente en la frontera entre Israel y el Líbano, fue declarada zona militar cerrada y las ciudades cercanas fueron evacuadas mientras las Fuerzas de Defensa de Israel gestionan la amenaza de un segundo frente de guerra en el Líbano con Hezbolá.

TERRORISTA LIBERADO AHORA LIDERA HAMAS

Hace 12 años, en octubre, el soldado israelí secuestrado Gilad Shalit fue intercambiado por más de 1.000 prisioneros. Uno de esos terroristas fue Yahya Sinwar, quien ahora lidera Hamás y esta guerra contra Israel. Rara vez, o nunca, se le ve en público sin guardaespaldas detrás y niños al frente que le sirven de escudo humano. Cabe destacar que torturó y asesinó brutalmente a su propio pueblo cuando no estaban de acuerdo con él.

CIERRE DE FRONTERAS

Egipto coloca losas de hormigón para cerrar indefinidamente el cruce desde Gaza. Desde entonces, se ha abierto para permitir la entrada de camiones humanitarios y la salida de personas con pasaportes extranjeros. Los líderes mundiales han ofrecido pagar a Egipto para que acoja a los gazatíes, pero este se ha negado alegando la naturaleza destructiva de la cultura gazatí.

LANZAMIENTOS FALLIDOS EN LA FRANJA DE GAZA

Un portavoz de las FDI fotografiado muestra las ubicaciones de más de 450 lanzamientos fallidos de cohetes enemigos que cayeron en Gaza desde que comenzó la guerra.

EL ATENTADO A UN HOSPITAL QUE NUNCA SUCEDIÓ

Se dice que 500 palestinos murieron cuando un cohete impactó en un hospital de Gaza. Hamás y los medios internacionales culparon a Israel antes de que se realizara ninguna investigación. Los disturbios contra Israel estallaron en todo el mundo y al día siguiente Hamás "tomó represalias" bombardeando un hospital israelí, destruyendo el pasillo junto a la sala de partos. Solo se necesitaron horas para encontrar imágenes y una conversación grabada entre militantes de Hamás para demostrar que la explosión fue causada por un cohete fallido de la Yihad Islámica. El giro más extraño de la historia fue que, al final, las fotos mostraron que el cohete había caído en el estacionamiento y no había impactado en el hospital, y nunca supimos nada más sobre los "500 palestinos muertos". En respuesta, el embajador israelí en la India tuiteó: "Esta capacidad de los palestinos para invadir 30 comunidades judías, masacrar a más de 1400 israelíes, secuestrar a más de 200, disparar más de 7000 cohetes contra civiles israelíes y aún así hacerse la víctima es asombrosa".

NIÑOS DE GAZA ALIMENTADOS CON UNA IDEOLOGÍA VENENOSA

Mientras se toman hermosas imágenes como esta en un mitin de Hamás en Gaza, Israel lidia con las consecuencias morales de luchar contra una ideología asesina que también afecta a algunos civiles. «Israel no puede vencernos porque ellos aman la vida y nosotros anhelamos la muerte», se jacta Hamás.

CUATRO BANDERAS

Padres israelíes muestran las cuatro banderas de las unidades militares en las que sirven sus cuatro hijos durante la guerra.

TRAGEDIA EN EL JARDÍN DE INFANTES

Hace apenas unos meses, esta foto fue tomada en el kibutz Nir Oz durante una celebración de jardín de infantes. Todas las personas que aparecen en ella resultaron heridas, asesinadas o secuestradas.

Los restos en una de las habitaciones de los niños de la masacre en el kibutz Nir Oz

UN CAMIÓN QUE NUNCA OLVIDARÉ

El reservista de las FDI Yosef Davidson fotografía el exterior de un camión refrigerado, habitualmente utilizado para transportar leche con chocolate. Cada camión transportaba unos 40 cadáveres de la masacre para ser identificados. Derecha: El interior del camión lleno de cadáveres.

Nos debatimos mucho sobre cuánto compartir sobre los sucesos del sábado 7 de octubre. Ni demasiado para causarles pesadillas, ni demasiado poco, porque deben comprender la gravedad de lo sucedido. El mundo se opondrá, pero no tenemos otra opción. No podemos permitir que Hamás siga existiendo en nuestra frontera.

Esta es la traducción de un testimonio del soldado de reserva de las FDI Yosef Davidson publicado en Facebook:

Base militar de la Shura, Israel. Domingo 8 de octubre por la mañana.

Llegamos a la base con un hedor a muerte. Es el olor de un campo de concentración. Nos dan instrucciones y ropa protectora para empezar a trabajar.

Me he entrenado durante años para procesar las condiciones de los restos de todo tipo de víctimas. Nada me prepara para este horror que quedará grabado en mi memoria para siempre. Esto no es un bautismo de fuego; es una inmersión total en el infierno.

Llega un enorme camión refrigerado con un anuncio de leche con chocolate al costado. De esas que bebíamos de niños. Un hedor a muerte nos golpea.

No pensamos; solo actuamos. El hombre más cercano a la puerta, aturdido, recoge bolsa tras bolsa, gritando a sus amigos desde abajo: «Cuidado, esta es la cabeza... aquí están las piernas...».

Cadáver tras cadáver. Nunca termina. 40 cadáveres en el primer camión, y luego camión tras camión...

Un camión que nunca olvidaré. El del kibutz Nir Oz.

Un camión largo lleno de personas cuyos cuerpos fueron recogidos por nuestra gente mientras los terroristas aún andaban sueltos, mientras seguían disparando cohetes. Familias enteras en sábanas y alfombras desde sus propias casas.

Subo a la camioneta y veo el piececito de una niña de cuatro años. Es tan tierno. No puedo digerir lo que veo. La levanté despacio, con cuidado con su cabeza. Con cuidado al levantar su cuerpecito sin vida.

La manta se desliza y el rostro sereno de un ángel emerge de su interior. Una niña pequeña todavía con su camisón de Mickey Mouse.

La bajo lentamente y grito: "¡Niña de cuatro años! ¡Cuidado con su cabeza!". Todos tienen cuidado. Todos hacen todo con temor a Dios. Esto es una pesadilla. Una película de terror.

Luego viene su hermano, un niño de dos años con un hermoso cabello rubio. Luego su hermana… Luego, sacamos a su padre, un hombre guapo y corpulento. Probablemente también sacamos a la madre, pero no pude distinguirlo.

Sacamos los cuerpos de extranjeros y locales que aún tenían armas y municiones atadas a ellos…

Nuestros corazones están rotos, destrozados. En cualquier momento podrían desmoronarse, pero debemos continuar.

No termina...diez camiones como este.

Nos dormimos a las 5:00 de la mañana. Nos desplomamos en la acera, porque a quién le importa dónde nos tumbamos. Nos tiemblan los cuerpos y no cerramos los ojos. Están hinchados de tanto llorar. Eso fue solo el primer día.

A las 7:00 am nos levantamos y volvemos a empezar. El horror sigue al horror.

Heridas penetrantes de cuchillos de hacha, cabezas aplastadas y destrozadas por martillos, caras y cuerpos con cortes quemados en ellos.

Chicas con esmalte de uñas a juego con su ropa, con un hedor que abruma los sentidos. Intentamos por todos los medios bloquear el olor, pero nada funciona. Sentimos al Ángel de la Muerte flotando en el aire...

Cada día, el estado del siguiente camión de cadáveres empeora. Se tornan azules o blancos y su piel comienza a descamarse.

Es difícil comprender quién y qué estamos viendo.

Algunas personas quedan completamente ennegrecidas. Es imposible distinguir si es hombre o mujer. El tejido y la piel se desprenden y se pegan a nuestros guantes.

¿Cómo manejamos los restos para que podamos devolver la mayor cantidad posible a sus familias que claman desde lo más profundo de su ser... esperando esa pieza identificable que les confirme que este cuerpo era su ser querido?

Profesionales entre nosotros que dirían que ya lo han visto todo, se desmoronan... gimiendo desde lo más profundo de su alma... corriendo afuera a vomitar...

Nuestra nación está presenciando horrores que solo vimos en tiempos oscuros y malvados del pasado. Nunca imaginamos que volveríamos a vivir esta experiencia...

Y sin embargo, aquí estamos. Pero diré algo en medio de este horror.

¡El pueblo de Israel vive! Saldremos de esto y volveremos a levantar la cabeza en alto.