Congregaciones fuertes hacen un cuerpo fuerte

Arriba: Nuevos creyentes de la congregación Tiferet Yeshua son sumergidos en las colinas de Judea, cerca de Jerusalén.

¡Shalom desde Jerusalén!

       No es ningún secreto que en tiempos de guerra y agitación en la Biblia, el pueblo judío se dirigió al Dios de Israel y suplicó por ayuda.

       Es como algo predeterminado. Aunque hubo momentos en los que el deseo estaba ahí, pero el conocimiento de la Palabra de Dios era muy escaso. En Nehemías 8, cuando Esdras reunió a los exiliados que regresaban para leerles sobre los libros de Moisés, las Escrituras describen la atenta escucha de los israelitas que habían regresado de décadas de vida en tierras extranjeras.

       De hecho, eran tantos los que lloraban por la lectura de la Ley que los levitas tuvieron que animar al pueblo: «¡No se aflijan! ¡Lo que está sucediendo es bueno! Vayan a comer un banquete y celebren ante el Señor». El verdadero arrepentimiento tenía lugar cuando el pueblo comprendía el mensaje que Dios les enviaba. 

       Mientras los numerosos enemigos que rodean hoy a Israel proclaman su objetivo de destruirlo por completo, muchos judíos experimentan ese nuevo impulso de volver a buscar a Dios. Los soldados oran juntos y se ponen el tefilín tratando de llegar a Dios. Los civiles recurren a los libros de oraciones tradicionales e incluso cantan canciones populares de la radio, cuyas letras son enteramente escrituras; se aferran a lo que tienen a su alcance.   

       Por eso cada dos semanas publicamos una nueva canción de adoración en hebreo, inglés y árabe. Por eso somos una editorial que imprime y distribuye libros que le explica a nuestro pueblo judío los caminos de Dios.  

       Por eso es tan asombroso tener congregaciones en todo Israel que puedan nutrir las semillas de este anhelo de Dios. A través de ellas podemos hacer algo más que llegar temporalmente a quienes tuvieron que huir de sus hogares.  

       Este mismo mes, varios israelíes han entregado sus vidas a Dios en la Congregación Tiferet Yeshua (la congregación que Ari y Shira fundaron en Tel Aviv y que ahora dirigen Gil y Tamar Afriat). Juntos abrazaron la Nueva Alianza prometida al pueblo judío en Jeremías 31.   

       Un par de días después, otros cuatro siguieron a Yeshua en emersión. Uno es un soldado, que a través de una situación de vida o muerte en Gaza volvió al Señor. Una segunda vino al Señor tras las fervientes oraciones de su marido y su familia. Otro más ha sido liberado de un trasfondo de misticismo judío y ocultismo.

       La eficacia del alcance a través de las congregaciones israelíes es la razón por la que apoyar a las congregaciones mesiánicas y a sus líderes en todo el país es una parte importante de la visión de Maoz. Cada año Maoz dona cientos de miles de dólares para fortalecer las congregaciones israelíes. Y ahora, más que nunca, ¡tenemos la oportunidad de construir un Cuerpo de creyentes fuerte!

¡El Reino de los Cielos está avanzando! ¡Y tú puedes formar parte de él!
 

Kobi y Shani Ferguson