Siembra y cultivo del sur de Israel

Los beduinos son un pueblo atrapado en el tiempo. Cuando se les habla de Abraham, Isaac y Jacob, o de Moisés y Yeshua, se preguntan si siguen vivos. No saben nada de nuestro mundo moderno ni de las ciudades que están a pocas horas de distancia.

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En las profundidades del sur de Israel hay una pequeña y hermosa ciudad... Arad. Es una comunidad bastante "nueva" para los estándares israelíes. Pero hay una creciente comunidad de creyentes, tantojudíos como árabes.

Alrededor de esa ciudad hay miles de chabolas provisionales de hojalata donde los beduinos viven en una terrible pobreza. Sus hijos nacen y crecen en el polvo, sin apenas estímulos. Reciben una educación mínima y crecen sin saber leer ni escribir hebreo, ni siquiera árabe.

Niños en la escuela primaria beduina de Al Ghazali, Rahat, Israel

Son un pueblo atrapado en el tiempo. Cuando se les habla de Abraham, Isaac y Jacob, o de Moisés y Yeshua, se preguntan si siguen vivos. No saben nada de nuestro mundo moderno ni de las ciudades que están a pocas horas de distancia.

Aunque la lealtad de los beduinos ha sido históricamente tribal, en las últimas décadas el movimiento islámico ha inundado sus aldeas y los ha convertido en una comunidad radical increíblemente controladora de su pueblo, devota de Alá e inevitablemente hostil a Israel.

La violencia contra las mujeres es la norma. Las que escapan a ella son la excepción. A las niñas que superan la enseñanza media ya no se les permite practicar deportes y deben cubrirse la cabeza y asumir los deberes de una mujer. Afortunadamente, aún quedan vivas las que recuerdan los días en que no vivían bajo una dominación islámica tan extrema, y quieren salir. Pero el tiempo apremia. Los que crecen totalmente sometidos lo aceptan mucho mejor como "las cosas como son".

Entre las muchas relaciones que hemos desarrollado con creyentes en Israel a lo largo de los años, hay un grupo en el desierto del Néguev que lleva más de una década llegando a las tribus beduinas de la zona de Arad.

Estos creyentes han encontrado formas creativas de llegar a estas comunidades cerradas y desatendidas. No sólo ofrecen comida y ropa, sino también clases de lectura, escritura (en hebreo, inglés y árabe), habilidades sociales e incluso música. Y lo que es más importante, ofrecen una vía para salir del Islam y entrar en la verdad del Evangelio (incluida la grabación de una Biblia en audio en dialecto beduino para los que no saben leer).

No son operaciones a corto plazo, son operaciones que pueden cambiar el curso de toda una demografía; una que tiene un impacto increíble en más de la mitad de la masa terrestre de Israel. El fruto está ahí. Los que han encontrado la redención están siendo discipulados, aunque sea en secreto. No se trata sólo de un alcance, sino de una misión de rescate, ¡y queremos ayudarles en esta empresa!

¿Nos acompañará en nuestra labor de tocar vidas en el sur de Israel?

Este mes, añade un regalo especial a tu donación general a Maoz, y nos aseguraremos de que llegue a los más humildes, llevándoles también esperanza, amor, atención y la verdad de su Mesías.

Por la restauración de Israel,

Kobi y Shani Ferguson