Cómo los gentiles salvaron el mundo

gen-tile [jen-tahyl] De o perteneciente a cualquier pueblo no judío.

Ser "gentil" a menudo parece tan poco atractivo cuando se miran las Escrituras. Numerosos versículos advierten a los judíos que no "oren como los gentiles" (Mt. 6:7) o que no "se traten como los gentiles" (Mt. 5:47). (Mt. 5:47) Y sin embargo, desde los primeros días de la raza hebrea, gentiles estratégicamente situados han sido la diferencia entre la vida y la muerte para algunos de nuestros héroes bíblicos más venerados. Si no hubiera sido por las decisiones de estos individuos, a menudo en fracciones de segundo, para proteger la vida de un israelita, ¿quién puede decir que la historia de Israel habría sido la misma?

En la antigüedad, estos héroes anónimos eran conocidos como "Goyim temerosos de Dios". En tiempos modernos, los llamamos "Gentiles Justos". Fueron personas que utilizaron su condición de no judíos para salvar las vidas de muchos judíos de los nazis y otros archienemigos. Y aunque la Segunda Guerra Mundial es más conocida por su tragedia y el silencio de la Iglesia, hubo muchos gentiles entre bastidores arriesgando sus vidas para salvar judíos.

Algunos de estos héroes escondían a judíos en sus habitaciones secretas y les proporcionaban alimentos y artículos de primera necesidad. Otros los contrataban para "trabajos especializados" que insistían en que sólo los judíos podían hacer. Y otros se metieron ellos mismos en los guetos para rescatar a todos los judíos que pudieron. Resulta aleccionador pensar en la vida de estabilidad y seguridad a la que renunciaron estos gentiles para salvar las vidas de extraños de otra raza. Las historias son a la vez conmovedoras y desgarradoras.

Algunas historias han quedado inmortalizadas en películas como La lista de Schindler y El escondite. Otras historias se han hecho famosas por la falta de reconocimiento concedido a los héroes, como en el caso de Irena Sendler.

En 2007, se dijo que Irena había sido nominada al Premio Nobel de la Paz en honor a su valiente labor que salvó a miles de judíos de la "Solución Final" del poderoso Tercer Reich. Perdió la nominación en favor de Al Gore, que recibió el premio por hacer una película sobre el clima. Irena murió al año siguiente, a la avanzada edad de 98 años. Al final, fue la pérdida del Premio Nobel de la Paz lo que desató la indignación e hizo que su historia se ganara el lugar que le corresponde en la historia comúnmente aprendida.

Irena

Irena Sendler era una cristiana polaca que estudió para trabajadora social en la Universidad de Varsovia. Cuando los alemanes ocuparon Polonia en 1939, formó parte de un movimiento clandestino e incluso reclutó a muchos de sus amigos para ayudar a salvar a niños judíos de los nazis. Como a los trabajadores sociales no se les permitía entrar en los guetos, Irena consiguió documentos falsos y se hizo pasar por enfermera.

Con este nuevo acceso, Irena pasó de contrabando ropa, comida y medicinas para los niños. Al enterarse de que muchos de los niños que cuidaba estaban condenados a muerte, supo que tenía que sacarlos de los campos.

Irena escondía a los niños en bolsas e incluso en ataúdes en la parte trasera de su vehículo. A los bebés los metía en el fondo de su caja de herramientas. A menudo sedaba a los bebés para que no lloraran y tenía un perro feroz entrenado para ladrar a los guardias nazis cuando subían a inspeccionar el vehículo.

Su red clandestina también traficaba con niños a través de pasadizos secretos subterráneos. Las fugas se planeaban a menudo al segundo. Uno de los niños que Irena ayudó a rescatar contó cómo se escondió una noche junto a una verja. Cuando pasó un guardia nazi, contó hasta 30 y corrió hacia una alcantarilla en medio de la calle. La boca de alcantarilla se abrió justo cuando el chico llegaba a ella y unas manos fuertes le ayudaron a bajar a la cloaca. Desde allí, le llevaron a un lugar seguro a través de una red de tuberías.

Cuando rescataban a los niños, Irena les hacía memorizar nuevas identidades no judías y los colocaba en monasterios o familias adoptivas. Llevó un registro de todos los niños y sus verdaderas identidades y lo escondió en un tarro bajo un árbol en el jardín de su amiga. Su esperanza era reunirlos con sus familias después de la guerra o, como mínimo, encontrarlos y devolverles su verdadera identidad judía. Lamentablemente, la mayoría de las familias de los niños no sobrevivieron a los campos de concentración. Irena y sus amigos rescataron a más de 2.500 niños y 500 adultos.

Irena fue capturada por la Gestapo. Los nazis intentaron despiadadamente sacarle información sobre el movimiento clandestino y el paradero de los niños que había liberado. Tras muchas torturas, incluida la rotura de piernas y pies, los nazis se dieron cuenta de que no hablaría y la condenaron a muerte. Milagrosamente, justo antes de su ejecución, un oficial de la Gestapo entró en su celda y le dijo que había aceptado un soborno de sus camaradas. Le explicó que la incluiría en la lista de ejecutados y que era libre de irse. Tras su liberación, se escondió, ya que su tapadera había sido descubierta. Sin embargo, siguió colaborando con el movimiento hasta el final de la guerra.

Gracias a los riesgos que corrió Irena, miles de almas judías se escaparon de las manos de sus posibles asesinos. Por supuesto, Irena no fue la primera gentil que desempeñó un papel en la lucha por la supervivencia del pueblo judío.

Elegidos para ayudar a los elegidos

Cuando se considera la historia de los gentiles que dieron socorro y protección a los hijos de Israel, a veces parecían caminar con valentía en este papel; otras veces parecían completamente inconscientes de la importancia de sus acciones. Muy a menudo, su acto de bondad también resultó ser un punto de inflexión significativo en sus propias vidas.

Cuando los hijos de Israel clamaron a Dios en Egipto pidiendo un libertador, Dios les envió a Moisés. Pero Moisés no podría haber alcanzado su destino si no fuera por la hija del Faraón, que utilizaría su posición en el palacio para rescatarlo de la sentencia de muerte que su padre había dictado para los niños hebreos. Incluso cuando Moisés ya era adulto, su acto bienintencionado pero insensato lo sacaría de Egipto y lo pondría en manos de una familia africana gentil de Madián. Si elimináramos cualquiera de estos elementos importantes, Dios habría ideado otro plan para sacar a los hijos de Israel de Egipto.

Cuando Dios finalmente rescató a los hijos de Israel de Egipto, les prometió una tierra que manaba leche y miel. Sin embargo, esa tierra estaba llena de gente idólatra. Los hijos de Israel recibieron instrucciones de destruirlo todo, empezando por la ciudad de Jericó. Rahab, la ramera, una mujer impía, tuvo la oportunidad única de ponerse del lado del pueblo de Yahvé. Su rapidez para esconder y sacar a los espías de la ciudad fue una parte importante de la conquista de Israel de la tierra que Dios les había dado. Al proteger a los espías israelitas del rey de Jericó, salvó su vida y la de los miembros de su familia. Y no sólo eso, la vida que llevaría a partir de entonces sería la de una heroína. Siglos más tarde, sería inmortalizada en el Salón de la Fe de Hebreos 11, y mencionada en la genealogía de Yeshua.

Los gentiles salvaron al Mesías judío

Cada año, cuando llega diciembre y los gentiles de todo el mundo celebran la Navidad, tanto los judíos mesiánicos como los cristianos pueden dar gracias a Dios por los gentiles que salvaron a Aquel que salvaría al mundo. ¿Qué diferente sería la historia de Yeshua si los magos hubieran revelado su ubicación al celoso rey Herodes?

Resulta extraño al principio si tenemos en cuenta que estos hombres son, en esencia, alabados por su capacidad para leer las estrellas (y su habilidad para descubrir a un rey con intenciones nefastas). ¿Qué otra cosa en la Biblia personifica la sabiduría como hombres gentiles que descubren quién es el Rey de los judíos antes que el propio pueblo judío? Más tarde, cuando José obedece al ángel en su sueño y huye a Egipto con su familia, este país gentil en su conjunto desempeña un papel en la protección del Libertador de Israel. Egipto se convierte en el refugio seguro de Yeshua durante varios años, igual que lo había sido para Moisés.

Claro, decimos: "Bueno, el Señor protegió a Yeshua. Tenía un plan". Cierto. Pero a los gentiles justos se les debe dar crédito por tomar una decisión consciente de estar del lado del plan de Dios.

Si lees los antecedentes de algunas de las personas que acabamos de mencionar, verás que muchos de ellos ayudaron a los hijos de Israel no porque estuvieran muy impresionados por los propios israelitas, sino porque honraban al Dios de Israel.

¿Se puede ser un gentil justo?

Hay momentos clave en la historia judía en los que el plan de Dios requiere el oído atento de un gentil. A veces, es un sirviente como Hegai quien, por alguna razón le dio a Ester los mejores recursos que podía ofrecer así como consejos sobre cómo complacer al rey (Ester 2). A veces es alguien en una posición poderosa como Ciro, Rey de Persia, quien escuchó la voz del Señor instruyéndolo a permitir que el pueblo de Israel regresara a Jerusalén y reconstruyera el templo después de años de exilio (2 Crónicas 36).

A veces, para hacer realidad la agenda de Dios hace falta más de una persona o entidad. Hace unos 100 años, el Imperio Británico escuchó la voz del Señor y declaró en la Declaración Balfour que los judíos debían regresar a su patria. Esta medida recibió increíbles reacciones de las tribus árabes circundantes. Así que durante años, la visión se quedó sobre la mesa sin actuar. Haría falta otro hombre poderoso, el Presidente de los Estados Unidos Harry Truman, para recoger el testigo e impulsar una votación en la ONU que reconociera un Estado judío independiente.

Desde los siervos más humildes de las comunidades hasta los más altos gobernantes de las naciones, los gentiles de todo el mundo han desempeñado su papel en la realización del plan de Dios a través del pueblo judío.

Dios eligió al pueblo judío como ejemplo y modelo de Su intención de habitar entre toda la humanidad. El deseo de Dios era demostrar que Sus promesas y bendiciones podían funcionar para toda una nación que lo siguiera y así atraer a todas las naciones hacia Él. En realidad, si no fuera por las naciones gentiles, no habría razón para que Dios eligiera a Israel. Israel fue escogido para ser los representantes de Dios-Su prototipo de vitrina.

Históricamente, la bendición de Dios se manifestó en Israel mediante la posesión de una patria fértil y la morada de la presencia de Dios en el Templo. Sin embargo, cuando Israel rechazó a Dios y fue exiliado, siglos de judíos vivirían y morirían sin ver ninguna de las dos cosas. Vivir lejos de su tierra en el exilio y bajo el dominio pagano dificultó que el pueblo de Dios cumpliera su función de anunciar a Dios y sus bendiciones. Fue durante esta época de dificultades para Israel cuando los gentiles justos llevaron el mensaje del único Dios verdadero de Israel a los cuatro rincones del planeta.

Luego, cuando llegó el momento de que Israel regresara a su patria después de 2000 años de exilio, un hombre casi desconocido llamado William Hechler fue un factor clave para ayudar a Theodore Herzl a convertirse en el Padre del Israel Moderno. (Lea más sobre su fascinante historia en el Informe Maoz Israel de abril de 2018). 

Dios siempre ha contado con que los gentiles formen parte de Su plan para Israel. Su plan no ha cambiado. Él todavía cuenta con sus redimidos gentiles para trabajar junto a Él y hacerse brillar a través de Israel. Darse cuenta de que Dios ha sido capaz de usar al pueblo judío, un grupo muy pequeño, insignificante y a menudo no calificado de personas para mostrar Su grandeza, sólo solidifica que el éxito de Israel es todo obra Suya.

Estamos juntos en este viaje, judíos y gentiles. Como en un matrimonio, cada uno tiene su propio papel, pero nos completamos mutuamente de muchas maneras. Así pues, a todos los gentiles cuyos antepasados ayudaron a salvar a mi pueblo de una forma u otra, ¡qué herencia tan impresionante tenéis! Y a todos los que habéis aceptado personalmente la llamada a ayudar a Israel a convertirse en una alabanza entre las naciones en nuestros días, me gustaría deciros: GRACIAS.

Este mes destacamos:

Programas de discipulado para jóvenes israelíes

Puedes unirte a nosotros para fortalecer a los futuros líderes de Israel apoyando a Lech Lecha. Lech Lecha es un programa de discipulado de tres meses para jóvenes israelíes durante el período crítico de sus vidas después de terminar su servicio militar. Se les dota de una base sólida en su fe, así como de habilidades prácticas para la vida que les ayudarán a tener éxito a lo largo de su vida adulta.

El programa Lech Lecha tiene casi el doble de solicitantes para el próximo ciclo. De alguna manera, las difíciles circunstancias actuales han hecho que más jóvenes que nunca quieran despejar su agenda y profundizar con el Señor.

No queremos que Lech Lecha tenga que rechazar a nadie por falta de presupuesto, ¡y usted puede opinar al respecto! Nuestro objetivo es recaudar 20.000 dólares para ayudar a sufragar los gastos de esta próxima sesión de formación y enseñanza.