Esperanza para el pueblo árabe

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Publicado: 1 de noviembre de 2008 | Maoz Israel Reports

Esta historia ilustra los grandes desafíos de compartir el Evangelio en lugares donde domina el Islam. Predicar y compartir el Evangelio a los palestinos es siempre a riesgo de la propia vida. Por eso, en Maoz hablamos poco de lo que Dios está haciendo en Cisjordania y Gaza. ¡Pero sus oraciones por este pueblo maltratado traerán resultados! ¡Dios responde a nuestras oraciones! Así que cuando reces por Israel, acuérdate de rezar por las ovejas perdidas de nuestros vecinos árabes. La siguiente historia está escrita por uno de nuestros colaboradores.

Fátima es una estudiante de 21 años que vive en uno de los pueblos de Cisjordania. Cuando tenía 16 años, su familia la obligó a casarse con un hombre mayor que ella. Al cabo de un año dio a luz a un niño. Como es habitual en las familias islámicas, vivía con su marido en casa de los padres de éste. Su marido la maltrataba mucho y ella huía a menudo a casa de sus padres. Pero su padre siempre la devolvía con su marido.

En un momento dado, su marido la golpeó tanto que sufrió heridas considerables. Juró que nunca más volvería con su marido. Un año y medio después de casarse, los tribunales palestinos le concedieron el divorcio y la custodia de su hijo.

Decidió volver al instituto y se graduó. Después empezó a estudiar en un colegio local de Cisjordania.

Sucedió que unos parientes vinieron a visitarla a ella y a su familia. Cuando conocieron a Fátima, se encapricharon de ella y le propusieron que se casara con su hijo Ali, que en ese momento estudiaba en una universidad alemana.

En un descanso semestral, Ali volvió a casa, a Cisjordania, y conoció a Fátima. Empezaron a conocerse y se comprometieron oficialmente según la ley musulmana. Cuando regresó para continuar sus estudios en Alemania, estuvo en contacto permanente con ella.

Entonces, su prometido comenzó a hablarle de su nueva fe en Jesús el Mesías. Mientras le explicaba cómo había conocido al Mesías, la animó a empezar a buscar la verdad por sí misma. Empezó a buscar en Internet y vio que el islam no sólo es una religión falsa, sino que sus leyes también maltratan y persiguen a las mujeres.

Por su propia experiencia, sabía que lo que estaba aprendiendo era cierto, y empezó a buscar seriamente a Cristo para sí misma. Empezó a compartir con su hermana pequeña y también con su mejor amiga lo que iba descubriendo sobre la vida de Jesús y la fe cristiana.

La mejor amiga de Fátima empezó a buscar por su cuenta en Internet sobre la verdad de Jesús, el Hijo de Dios. Pero su hermana, de la que había sido testigo, se lo contó a su familia. Cuando su padre se enteró, golpeó a Fátima y exigió saber quién le hablaba de Jesús. En este momento está buscando la manera de crearle problemas a Ali, que sigue estudiando en el extranjero.

Mi mujer se puso en contacto con Fátima y empezó a rezar con ella para que Dios la protegiera a ella y a su prometido de su padre. Ella aceptó a Cristo en su corazón y ahora dice: "Nunca lo dejaré; Cristo es mi única esperanza en esta vida."

Mi esposa discipula a Fátima y a su mejor amiga todas las noches. Comparte con ellas un versículo de la Biblia y rezan juntas. Por favor, rezad por Fátima y su bebé, para que Dios les proteja y, sobre todo, para que su ex marido no le quite el bebé.

Fátima tiene muchas ganas de bautizarse en agua. Estamos esperando el momento oportuno.

Nota: No son sus nombres reales.

El verano pasado celebramos dos campamentos de verano en dos pueblos diferentes. Elegir un campamento puede ser una tarea desalentadora, sobre todo cuando se busca uno que no sólo ofrezca diversión y aventura, sino que también nos permita compartir fundamentos de la fe cristiana.

Nuestro principal objetivo es equipar a una nueva generación para que alabe y ame al Único Dios Verdadero. Ofrecimos actividades diarias basadas en la fe, como historias bíblicas, y enseñamos canciones cristianas, combinándolas con una variedad de actividades únicas para llegar al mayor número posible de participantes. Con más de 35 actividades ofrecidas en cada campamento, los niños encontraron algo que disfrutaron a lo largo de la experiencia de una semana.

Participaron 270 niños de entre 6 y 10 años. La mayoría proceden de familias musulmanas y algunos tienen necesidades especiales. Las canciones cristianas que les enseñamos fueron muy importantes para los niños. Y cada día hacíamos que las historias bíblicas fueran reales y vivas para los niños. En uno de los campamentos pudimos dar a los campistas un libro de cuentos bíblicos sobre la creación para que se lo llevaran a casa. Los campamentos nos abren las puertas para visitar a las familias en sus casas y entablar buenas relaciones con ellas.


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