La esperanza en acción

Querido amante de Israel,

Desde el comienzo de esta guerra hemos gastado casi medio millón de dólares en equipamiento para los soldados, las familias evacuadas, la educación y la agricultura de Israel.

Estos esfuerzos refuerzan nuestra voz cuando el mensaje del Príncipe de Paz llega a nuestro pueblo. Los socios de Maoz nos han permitido apoyar la labor de evangelización en muchas congregaciones de Israel y han apoyado a la congregación Beit Hallel en Ashdod desde sus inicios.

La guerra está lejos de terminar y estamos lejos de terminar de ser las manos y los pies de Yeshúa para nuestra nación. ¡Necesitamos tu ayuda!

En todo el mundo, la gente usa estos collares como recordatorio para orar por la liberación de los rehenes y la victoria sobre el terrorismo. Puedes encargar uno de tus propios collares de calidad militar, hecho e impreso aquí en Israel, por una donación de $50 o más.

Todos podemos hacer algo que importe. Tú puedes hacer algo que importe. Dona. Ora. Hazte voluntario. Involucra a otros.

PRIMERAS LÍNEAS

Tanto nuestras fuerzas militares como nuestras patrullas civiles necesitan suministros básicos y equipo táctico. Recibimos llamadas casi a diario de unidades de todo el país solicitando desde cámaras GoPro hasta equipo térmico y de protección corporal, que el ejército no ha podido suministrar. En cuanto los socios de Maoz aportan, compramos y entregamos el equipo nosotros mismos para que nuestros soldados estén lo mejor equipados posible para realizar su trabajo.

COSECHA

Campos enteros y granjas de animales han sido abandonados cerca de Gaza y en la frontera con Líbano. Es una pérdida dolorosa, pero aún podemos luchar para salvar lo que queda y prepararnos para reconstruir esas zonas después de la guerra. Si conoce grupos interesados en venir por un tiempo prolongado a recoger la cosecha, por favor, contáctenos.

EDUCACIÓN

Maoz Israel y la ciudad de Ra'anana han terminado de construir la escuela para los evacuados. Los niños, desde preescolar hasta secundaria, ahora tienen un lugar seguro donde reunirse a diario, continuar sus estudios y comenzar a recuperarse del trauma sufrido. Gracias a los colaboradores de Maoz, esta escuela, equipada con útiles escolares y refugios antiaéreos (ver fotos abajo), se utiliza a diario desde el amanecer hasta bien entrada la noche.