¡Feliz Pascua!

Shalom, soy Kobi Ferguson, presidente y director ejecutivo de Maoz Israel, y tengo algunas reflexiones que quiero compartir con ustedes sobre la Pascua judía (también conocida como Pésaj en hebreo). Al celebrar la Pascua judía, siempre recordamos estas cinco cosas.

Nos tomamos tiempo para recordar, aunque conocemos el final de la historia. A mis hijos les encantaba ver las nuevas versiones de las películas antiguas sobre la perrita "Lassie". Después de verla tantas veces, sabían que la perrita maravillosa encontraría la manera de salir de situaciones imposibles para salvar el día. Sin embargo, siempre habían tenido una gran expectativa cada vez que veían la película completa. De la misma manera, con el entusiasmo infantil, disfrutemos del viaje, aunque sepamos cómo termina la historia, ¿de acuerdo?

1. Pésaj y Shabat son amigos ancestrales. Recordamos Shabat al recitar y repasar los eventos, oraciones y bendiciones de Pésaj, y de igual manera recordamos Pésaj y la salida de Egipto cada Shabat. Hay mucho que decir al respecto, pero una reflexión que me viene a la mente es que, con cada gran liberación en nuestras vidas, es bueno que miremos atrás para recordar nuestra historia de origen y que nuestro Creador nos ha dado descanso y paz absoluta a pesar de las dificultades de la vida.
2. Recordamos que la muerte prevalece sobre la vida. La vida está en la sangre. Como creyentes en Yeshúa, es una maravillosa oportunidad para recordar su sacrificio como el cordero pascual, y cada vez que bendecimos y partimos el pan, lo hacemos en memoria suya. Podemos incorporar esto fácilmente a nuestra rutina semanal de Shabat, al recordar nuestra salida física y espiritual de Egipto.
3. Dayenu: Esta lectura y canción de Pésaj tradicionalmente significa "nos basta", pero existe una interpretación alternativa, que muchos consideran igual de válida: "¡estaríamos perdidos!". Así que, aunque me encanta cantar esta canción dando gracias y expresando gratitud por cada paso que el Señor nos ha dado en nuestro camino, NO nos bastará hasta que el Señor cumpla todo lo que ha prometido. No basta con ser liberados de Egipto y llevados a la Tierra Prometida, no hasta que venga Elías, no basta con ser traídos de vuelta a la tierra de Israel después de casi dos mil años, no hasta que todo Israel sea salvo y luego Yeshúa regrese. Solo cuando el Mesías venga y cumpla todas las cosas, será cuando verdaderamente será "dayenu".
4. Recordamos el desierto. Aunque sucedieron muchas dificultades en él, las Escrituras nos dicen que el Señor recuerda con cariño el tiempo que pasó con su pueblo en el desierto. Y sí, también hay malos recuerdos. Como padres, criar hijos requiere que recordemos también los buenos años en medio de años extremadamente difíciles. Recordamos la formación de nuestros hijos, cuando confiaron tanto en nosotros y, aunque hubo momentos de rebelión, un tierno amor perduró a través de todo. Israel conoció a su Dios en el desierto y se convirtió en su pueblo.
5. Recordando el motivo de la Pascua - ¡ADORACIÓN!
   La razón principal por la que el Señor llamó a los hijos de Israel de Egipto al desierto fue para adorarlo. Éxodo 7:15: «Deja ir a mi pueblo para que me adore en el desierto». Todo desaparecerá, pero la adoración al único Dios verdadero perdurará para siempre. ¡Recordar la adoración es un aspecto importante de la Pascua!